she had only one more dance

lunes, 4 de abril de 2011

cuento para literatura.
Estaba muriendo. Literalmente, me moria. No sabia como hacer para salir de ahi, de esa oscuridad continua. Nunca terminaba. Pero esperen, antes de que se pierdan voy a empezar a contarles todo de manera ordenada.
Yo era chica, vivia con una familia totalmente normal. Normal era hasta que llegue yo, soy adoptada. Mi madre, adoptiva, tuvo dos varones y cuando nació fernando, el mas chico, su obstetra le dijo que no podria tener mas hijos por un problema de fecundacion. Su sueño siempre habia sido tener una nena. Un sueño que yo no comparto, ni siquiera el de haber tenido hijos. Un día fue hasta el primer centro social a pedir ayuda para tramites de adopcion de una nena. Seis meses despues, yo, sin otro nombre que Rosario, ya tenia un hogar, y por fin un apellido. Rosario Maria Valdéz.
Mi madre, siempre habia esperado todo de mi, yo siempre fui la nena que todos querian, y de la quien todo miembro de la familia esperaba algo a cambio. Lo cierto era que yo no podia ser perfecta y en algo tenia que fallar. Tenia amigas, buenas notas, me gustaba mi vida, y tenia un solo problema: la comida, era el eterno tema entre mi perfecta mamá y yo. Mi mamá tenia todo, siempre tuvo todo y fue algo que yo odie de ella. Tenía el marido envidiado por todas las amigas, los hijos perfectos, o era lo que parecian, su trabajo, que lo amaba como a nadie, tenia muchas amigas, tenia dinero, y era la mujer mas hermosa del mundo. Yo era tan gordita que recuerdo probarme su ropa para sentirme bien y no me entraba.
No me gustaban los campamentos, me sentia excluidisima con el tema de la actividad fisica. Pero a mi mama me obligo una vez a ir a uno, fue lo peor que me hiso en mi vida. Yo tenia 10 años, y pesaba alrededor de 60 kilos, mas que gordita, era gorda. Y en el colegio, no habia casi ningun chico gordo, solo yo. Cuestion, estabamos caminando, teniamos que subir una montaña, y yo me canse, y me agite mucho, y vino una profesora, y una compañerita. La profesora me dice, vamos gordita, levantate que vos podes, mi compañerita, laura, se reia y me decia, dale que tenes que bajar esos kilitos.
Nunca en mi vida me tome algo mas literal que eso de 'bajar los kilitos'.
A los doce, empece a hacer dieta, cada dia una dieta mas fina. Tenia catorce, y de pesar 70 a los 12, empece a pesar 63. Todo un logro, mi mamá muy contenta de mi dieta, cada vez que adelgazaba un kilo recuerdo que me daba un chocolate. Creo que era por lo unico que me aguantaba el hambre.
A los 15, ya tenia un peso normal, pesaba 57 kilos, y estaba muy contenta, pero como siempre, mis amiguitas pesaban 47, y siempre me quedaron las palabras de laura, 'tenes que bajar esos kilitos'. 'Tenes que bajar esos kilitos'. Esos diez kilos que tenia de mas me pesaban como un collar de melones. Veia que la dieta se habia estancado, no bajaba ni subia, estaba siempre igual. Necesitaba un cambio, necesitaba ser linda. Deje de comer. Empece a tomar pastillas laxantes. No sabia que mas hacer para sacarme el hambre. Empece a concentrarme en otras cosas, como por ejemplo, concentrarme, en seguir siendo la nena consentida, cada dia mas hermosa, a seguir comprandome ropa, y a cada vez encajar mas con mis 'amigas'.
La empresa de mi papá quebró. Con todo el drama que tenía, necesitaba más, después, el divorcio de mis padres, y todo seguía tratandose de ellos, mientras no veían que me moría, me cortaba, me golpeaba y que teniía 16 años y pesaba 40 kilos.
Un día llegue al colegio, no habia comido en una semana, reemplazaba la comida con pastillas que simulaban ser vitaminas y con agua, mucha agua, tenia unas ojeras tatuadas color violeta y el cerebro atrofiado. No podía más. Me desmayé.
Con ese desmayo saqué a la luz todo lo que habia querido que vieran desde hace dos años. Me moría y no sabia que más hacer.
Llevaba ya tres años con problemas alimenticios, estaba llendo a un psicólogo, a un psiquiatra y al hospital de día a ver si me podian 'abrir la cabeza' como decian mis papás. No sabia si me iba a recuperar, lo único que sabia es que cada vez que me descompensaba, mi mamá le grita a mi papá diciendole que tenia la culpa y que me iba a morir.
Hace dos días que estoy internada, no escucho mas a mi mamá se fue. Mi papá esta afuera, no para de llorar y me doy cuenta de que me estan dando de comer por via intravenosa. El unico movimiento que puedo hacer es abrir y cerrar los ojos. No recibo visitas y mi papá no se anima a entrar a la habitación.

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