she had only one more dance

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Soledad García Gonzales era una mujer que había nacido en un pueblo muy chico llamado Cedar Creek en USA. Los padres la abandonaron en el hospital, y la niña quedó en transición con una enfermera que la llamó Soledad, porque había sido tan fuerte para venir sola a este mundo. La enfermera se llamaba Cristina y sabía que no se tenía que encariñar con la bebé porque sabía que algún día se la iban a quitar. Sin embargo, ella le dió todo su corazón, y el 15 de febrero una familia, García Gonzales, se dirigió hacia una asistente social para adoptar una hija, ya que la esposa sufría de una deformación del útero y no podía tener hijos. La asistente les dijo que tenía una niña que apenas tenía cuatro meses y que estaba perfectamente saludable, viviendo en la casa de una enfermera del hospital. La familia se rehusó a adoptarla porque la niña ya se debía haber acostumbrado a su casa. La señora de García, comenzó a sentirse culpable al saber que la enfermera quien cuidaba a la niña tenía un cancer terminal de pulmón que la estaba fulminando, y no tenía suficiente dinero para poder pagar una buena reabilitación, por lo que luego de cinco meses de tenerla, comenzó a faltar al trabajo porque no tenía energías para poder atender a pacientes enfermos. Un día, leyendo el diario local, la señora de García, leyó que la enfermera Cristina Puben había fallecido esa mañana, corriendo salió a buscar a Soledad a dónde estaba la asistente social quién era la encargada de la chica en esa situación.
Luego de tramitar todos los papeles de la adopción, la asistente sigui vigilandolos para la seguridad de la niña, y fue ahi cuando se dio cuenta de que la señora de García tenia un serio problema de anorexia. Y la asistente le dio dos opciones, o que se divorcien, para que así el señor pueda quedarse con la niña y la mujer comenzar un tratamiento sano. O tenian la opcion de cancelar los tramites y que la niña quede de nuevo en un horfanato. Ya había pasado un año y la nena tenía dos años y ellos ya se habían encariñado con la nena, y la habían querido tanto como su propio fruto. Pero la chica tenía una especial mala suerte que cancelaron el trámite porque el marido decidió que era más importante su esposa que su hija.
Soledad creció con un apellido que no le pertenecía, el señor y la señora García Gonzales, apenas terminaron el trámite se fueron a Europa a un centro de reabilitación para la esposa, y Soledad creció sola en el horfanato, nadie quiso adoptarla y ya con trece años se va haciendo la idea de comenzar a trbajar a los 16 de costurera.

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