she had only one more dance

lunes, 26 de septiembre de 2011

Pero no, no estaba todo bien. Estaba atrapada entre dos fantasías imposibles. Y también por lo menos fantaseaba dos veces por día con un terrible accidente que terminara con todos mis problemas de una vez y para siempre, pero yo sabía que esta tampoco era una solución. Era cierto que a nadie le importaba demasiado si sufríamos, y todo el mundo tiene motivos para sufrir pero porqué yo sentía que tenía más motivos para sufrir que todos los demás? y porqué eso me ponía tan pero tan furiosa?
Tampoco estaban tan mal las cosas, Horacio nos hacía reir y de chicas lo adorábamos y tenia cierta gracia estar de pronto conviviendo con dos hombres. Aunque curiosamente nuestra casa parecia tener el poder de convertir a todo el que viniese una mujer a la que le faltaba su hombre.
¿Porqué nadie se alegraba de verdad por mi? ¿Porqué sentía que todos me tenían lastima? ¿Serían realmente celos o estaban todos seguros de que me iba a equivocar tarde o temprano? Sí, la mirada de un desconocido puede hacernos sentir muy distintos a como creemos que somos. Eso a veces puede ser muy gratificante, otras veces puede resultarnos insoportable y por más que tratemos no es nada fácil sacarse esa sensación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario