te propongo que guardemos recuerdos por siempre. Me faltaba valorarte más. Pobre mi corazón. Perdón nunca quise hacerte daño, me arrepiento tanto. Y ahora que hago yo? ya no sale ni el sol, y los días son largos. Cada día hay un sueño más contigo. Y por más que lo intento no te olvido. He dado demasiado lo que he podido dar. Mi amor seguirá creciendo más y más. Y yo se que con el tiempo creerás siempre en mi. Porque quiero que estés en mi vida. Saber si puedo estar en tu mundo. Quiero que tu me digas. Lo nuestra duró lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks. Tenían razón, mis amantes en eso de que antes el malo era yo. Esta vez yo quería quererla querer y ella no. Me dejó el corazón en los huesos y yo de rodillas. Y regresé a la maldición del cajón sin su ropa. Pagando las cuentas de gente sin alma que pierde la calma, por la cocaína. Y eso que yo para no agobiar con flores amarillas, para no asediarla con mi antología de sabanas frías y alcoba vacía. Tanto la quería que tarde en aprender a olvidarla 19 días y 500 noches. Dijo hola y adiós y un portazo sonó como un signo de interrogación. Para que si me va a perdonar porque ya no le importa, siempre tuvo la frente muy alta, la lengua muy larga y la falda muy corta.